Magia y Espiritualidad

Con el paso de los años se ha ido incrementando el interés de las personas por una espiritualidad más laxa, alternativa, sin restricciones ni amenazas de una existencia de sufrimiento en el más allá. Esto es debido a que las religiones imperativas han perdido su brújula, dejando a sus seguidores desamparados. Con el paso del tiempo, el progreso de la ciencia y la tecnología, la hiperconexión y muchos otros factores, han creado un profundo vacio en el hombre, uno que es complejo de llenar. Así, las personas han decidido buscar en otros lado, en otros cultos, en otras religiones, en otras formas de espiritualidad alternativas, algunas que no solo le dieran calma a sus inquietudes y llenar este estado de soledad interior, sino también que le propusieran una dinámica diferente, que nos los juzgaran y que ante todo, les permitirán desarrollar todo su potencial aquí y ahora. En este ensayo, veremos un poco como es la espiritualidad siniestra y su relación con la magia.

            Comencemos hablando un poco sobre espiritualidad, primero que nada me gustaría salir de la idea dicotómica y maniquea de que un ser solo puede ser espiritual o material, por el contrario, mantener un balance entre lo espiritual y la vida material es lo que nos hace tener una existencia más rica. En la espiritualidad siniestra no se pretende ser el nuevo “Dalai Lama” y si esta es tu pretensión, pues creo que le erraste al camino. La espiritualidad no debería ni ser dogmatica ni debería ser sectaria, por lo que verdades inquebrantables o figuras de autoridad máxima que todo lo saben, simplemente, a mi gusto y criterio, no tienen espacio en nada de todo esto y lo mejor que puedes hacer si te topas con ideas dogmaticas o supuestos gurúes, huye tanto como puedas, te evitarás muchos problemas futuros. Lo siguiente es, la espiritualidad siniestra es individual, como son las experiencias, personales, subjetivas y ciertamente, no se pueden medir o juzgar, por eso cada uno debe de sacar sus propias conclusiones, aprender de lo vivido y ver por nosotros si lo que está sucediendo es una autentica experiencia para nosotros, no para los demás.

            La espiritualidad siniestra suele expresarse por medio de ritos, esto no quiere decir hacer magia, atención a esto. Un rito es una serie de prácticas que suelen permitirte conectarte con aspectos escondidos de tu psique, pero a su vez, con fuerzas del Otro Lado. Hay un intercambio de energías en el proceso, en donde todas las partes se benefician, y en donde la persona se comienza a volver más consciente, más plena, avanza para ir trascendiendo sus propias barreras y limitaciones, estas suelen estar arraigadas dentro de su propia mente. Si el proceso es largo y duradero, y tiene como objetivo la transformación de un ser simple en algo más, entonces se puede convertir, en términos esotéricos, en un proceso iniciático. Para que esto sea así suele tener que haber un compromiso por parte del practicante y requiere de tiempo y trabajo. No todos los procesos son iguales, ni todos los procesos espirituales si o si tiene que ser iniciáticos, aunque muchos de ellos lo terminan siendo porque se produce una transformación interna en la persona.

            Pero la espiritualidad es mucho más que transformación y auto-conciencia, también es un estado de comunión con ciertas fuerzas, es una conexión única que sentimos con el Otro Lado y sus habitantes, que nos permite tener una estado de gracia, de felicidad, de paz, de claridad, de entendimiento, entre muchas otras cosas. Si bien en el camino siniestro no hay un postración, es decir que no hay suplica, ni ruegos, sino que nos manejamos desde el balance, el intercambio y el respeto, hay actos devocionales, ofrendas, y rituales de meditación y elevación que te permiten tener una conexión especial con tus espíritus guías, demonios, dioses, etc. No hay nada de malo en esto y es una práctica esencial para muchos que seguimos este camino. Ahora bien, no habiendo dogmas, cada quien debe de expresar esto a su modo y como mejor lo entienda y mejor le haga.

            Luego nos encontramos con la magia, que está muy conectado con muchas de estas formas de espiritualidad alternativa. Antes de seguir, me gustaría aclarar que se puede practicar magia sin seguir un camino espiritual, y se puede seguir un camino espiritual sin hacer magia, son dos elementos que están separados y que puede o no unirse de acuerdo a los gustos y preferencias individuales.

            Comencemos diciendo que la magia es un arte, es arte de cambiar cosas, es el arte de la transformación, la magia jamás es estática, siempre está en constante movimiento y se transforma. Como toda forma de arte debemos aprender la técnica detrás para que con el paso del tiempo, y una práctica constante logremos dominar sus secretos y podamos ser buenos magos, y cuando me refiero a buenos magos, hablo de ser competente en lo que se hace, es decir ejecutar un ritual y que ese cambio que estamos deseando suceda como nosotros lo queremos. Esto suele llevar algo tiempo, y la verdad es que poder hacer magia de forma eficiente, no es un don divino, es algo que se aprende. Esencialmente el poder del mago reside en lo más profundo de su psique, por lo que deberá hacer un entrenamiento para que esas capacidades dormidas despierten, no hay más misterio.

            Como la magia tampoco tiene dogmas, a pesar de que hay escuelas que proponen tal o cual modelo, o buscan explicar de modo más o menos complejo como funciona la magia, el esqueleto de la misma es igual para todos, sin importar la tradición que se siga. Entonces todo aspirante a mago debe aprender a meditar, entrar en trance a voluntad, ser capaz de visualizar casi cualquier cosa, percibir las energías sutiles, ser capaz de recepcionar y enviar energía, proyectarse al plano astral, manejar al menos un método de adivinación, ser capaz de invocar y evocar, y seguramente algunas cosas más, pero estos serían los elementos básicos que debemos manejar. ¿Viene esto como un don divino, o en estado de osmosis? La respuesta es no, debemos aprender la teoría de cada una de estas cosas y luego ponerlas en práctica. Más tiempo le dediquemos, mejores resultados tendremos, y si bien hay personas que tienen más facilidad, eso no los hace ni más especiales ni mejores, solo tiene un poco de ventaja en términos de tiempo, pero hay que poner manos a la obra si se quieren tener resultados.

            A su vez, podemos combinar la magia y la espiritualidad, algo que muchas órdenes y escuelas de pensamiento esotérico han hecho en el pasado e incluso buscan seguir haciendo en la actualidad. Como digo no es una obligación, pero si logras combinar ambas, seguro que tendrás una práctica mucho más completa. Hacer un camino o el otro, o ambas es una decisión muy personal, para quienes seguimos ambos la experiencia es mucho más rica en muchos aspectos. Pero al final quien tiene ver que es lo que sirve es uno mismo, solo nosotros somos capaces de darnos esa respuesta.

            Suerte en tu viaje y gracias por leer.

            Daemon Barzai. 

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