Okbish: La Diosa Araña del Abismo

Sigilo de Okbish

La Diosa Araña Okbish, también conocida dentro de la Corriente Draconiana o Tifoniana como Arachne-Ofidia, representa una de las entidades más intrigantes y poderosas dentro del panorama esotérico contemporáneo. Su existencia se manifiesta en una dimensión peculiar conocida como «Malva», denominada por algunos practicantes como la región intermedia o «Nox-Xon», según la nomenclatura empleada por la Orden Esotérica Dragon Rouge. Esta dimensión es particularmente significativa porque no pertenece estrictamente a las polaridades convencionales, quedando suspendida en un espacio liminal, ni completamente oscura ni enteramente luminosa. De hecho, su esencia remite a conceptos cercanos a los descritos en la magia lovecraftiana, en donde los límites del tiempo y del espacio conocidos se disuelven en favor de un continuo caótico pero ordenado por leyes ocultas e incomprensibles.

Okbish, cuyo nombre mismo significa literalmente «Araña», es vista tradicionalmente como una tejedora cósmica y trascendental que trabaja incesantemente en el vacío insondable de Daath, la falsa Sephira situada en el abismo que separa y conecta simultáneamente el Árbol de la Vida con el Árbol de las Sombras o Qlipoth. Sus redes, tejidas con hilos estelares e hilos de sombra, se extienden más allá del límite ordinario del universo físico, conectando y sosteniendo los veintiún templos secretos que yacen dispersos de manera infinita entre ambos árboles cósmicos. Estos templos, centros de poder y conocimiento arcano, son accesibles al mago que logra establecer una relación consciente y voluntaria con la diosa, solicitando su intervención y guía.

En cuanto a sus manifestaciones, Okbish es una divinidad multifacética y de naturaleza mutable, pudiendo asumir distintas máscaras y formas según la necesidad, capacidad perceptiva y estado evolutivo del practicante que se acerca a ella. Una de sus representaciones más conocidas es la de una entidad híbrida, mitad araña y mitad mujer, en la cual la parte inferior adopta la forma aracnoide, mientras que el torso superior es el de una mujer de belleza cautivadora pero peligrosa. Sin embargo, esta figura aparentemente atractiva y sensual revela al acercarse un rostro primordial, inquietante y profundo, que refleja la auténtica esencia primordial y atemporal de la divinidad. En esta encarnación suele portar un tridente en una mano, símbolo de dominio y autoridad sobre las corrientes cósmicas, y un cáliz con veneno en la otra, representando su poder de transformación alquímica y espiritual.

Otra visión frecuente de Okbish la muestra completamente desnuda, con una piel blanca y luminosa como la leche, ojos reptilianos que hipnotizan al practicante y cabellos formados por serpientes vivas, una imagen que evoca fuertemente la figura mítica de la Medusa clásica. Estas manifestaciones suelen ocurrir en escenarios cósmicos, espacios astrales repletos de estrellas, planetas desconocidos, o bien en lugares similares a vastos desiertos, salpicados de ruinas de civilizaciones olvidadas, pirámides invertidas y templos antiguos que resguardan secretos ocultos desde tiempos inmemoriales.

El trabajo mágico con Okbish no implica necesariamente grandes complejidades técnicas iniciales, ya que es una divinidad receptiva y abierta al contacto con aquellos que sinceramente sienten su llamado. No obstante, quien se adentra en sus misterios debe estar preparado para enfrentar profundos y radicales cambios internos. Los venenos alquímicos y vapores tóxicos que ofrece no solo representan pruebas simbólicas, sino herramientas efectivas que alteran profundamente la conciencia del mago, embriagando sus sentidos físicos y sutiles, envenenando constructivamente su mente y espíritu. De esta manera, Okbish fuerza al practicante a trascender límites autoimpuestos, conduciéndolo hacia niveles superiores de percepción y gnosis.

Las enseñanzas que brinda Okbish, así como sus métodos de transmisión, son siempre individuales y adaptadas específicamente al perfil y desarrollo del mago que establece una relación genuina con ella. Mediante la interacción profunda con la diosa, el practicante puede acceder a técnicas mágicas avanzadas, rituales innovadores y modos únicos de alcanzar estados gnósticos profundos, donde lo conocido se disuelve en favor de una nueva realidad espiritual y personal, configurada por las redes tejidas por esta fascinante entidad arácnida.

Okbish -Un Ritual de Invocación a la Diosa Araña-

El siguiente ritual tiene como propósito invocar a Okbish, la Diosa Araña, para establecer un vínculo profundo con su energía primordial, acceder a su gnosis y recibir enseñanzas directamente de ella. Este ritual está diseñado para invocar a la diosa en su aspecto arácnido, en el templo de la carne, permitiendo una experiencia transformadora y trascendental.

Elementos necesarios:

  • El sigilo de la Diosa Okbish
  • Un cáliz con líquido verde, preferentemente bebida alcohólica
  • Dos velas negras
  • Una daga ritual
  • Incienso (preferentemente Sándalo o Sangre de Dragón)

Procedimiento: En un espacio tranquilo y oscuro, enciende las dos velas negras e inicia la quema del incienso. Coloca frente a ti el sigilo de Okbish y el cáliz con el líquido verde.

Respira profundamente varias veces, relajando tu mente y cuerpo, y fija tu atención completamente en el sigilo de la diosa. Manteniendo los ojos abiertos y concentrados en el sigilo, recita el siguiente mantra exactamente 13 veces:

«OKBISH – ARACHNE – OFIDIA – OCATANIA»

Mientras lo haces, siente cómo la energía de Okbish comienza a llenar el espacio, impregnando cada rincón de tu templo.

Cuando percibas claramente su presencia, tomando tu daga ritual, elévala y pronuncia con determinación la siguiente invocación:

¡In Nomine Draconis! «

OKBISH – ARACHNE – OFIDIA – OCATANIA»

Diosa Araña del Vacío Primordial, Octania Guardiana de la Flama Negra de los Templos Olvidados de la Atlántida, Arachne-Ofidia Diosa Estelar, Ven, Yo (tu Nombre Mágico) te llamo, Te ofrezco mi cuerpo como tu Templo de Carne, Mi mente como tu Altar, Y mi alma como tu Vasija. Enséñame tu gnosis estelar, Llévame entre los planos, A los templos olvidados más allá del tiempo y del espacio.

A continuación, levanta el cáliz hacia lo alto y di claramente:

Okbish, derrama tus venenos sobre este, tu cáliz, Envenena mis sentidos, Y permíteme ver más allá del Velo de esta Realidad.

Bebe lentamente el contenido del cáliz, visualizando que el líquido es el veneno místico de Okbish, transformando tu percepción y abriendo tu consciencia a nuevas realidades.

Con el cáliz vacío, eleva nuevamente la daga y concluye diciendo:

Arachne ven a mí, Enséñame tu gnosis, Muéstrame tu gloria.

¡Ho Ophis Ho Archaios! ¡Ho Drakon Ho Megas!

Permanece en silencio, abierto a las visiones, mensajes o sensaciones que Okbish quiera compartir contigo. Cuando la experiencia haya llegado a su fin, agradece sinceramente a la Diosa Araña por su presencia y guía, y luego retorna lentamente a tu estado habitual de conciencia.

Daemon Barzai

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