El Arte de la Invocación

Me gustaría comenzar este articulo con una pequeña definición, simple pero necesaria, de lo que es la invocación, ya que aún se sigue confundiendo con la Evocación. Los rituales de invocación buscan de modo activo llamar algo dentro de nosotros mismo, de nuestra conciencia, de nuestra psique. Es increíblemente amplio lo que se puede invocar y esto no está limitado tan solo a una divinidad, ya que se puede invocar todo tipo de fuerzas, energías, conceptos y corrientes espirituales, como siempre, debemos mantener nuestra mente abierta.

            Antes de comenzar a pensar en realizar una práctica de invocación, debemos preguntarnos una cuantas cosas, esto es lo que nos permitirá tener una experiencia genuina, y ante todo productiva. Debido a que la experiencia pasará por nuestro interior, por nuestra mente, estás prácticas son algo avanzadas, requieren de que las personas que lo intenten, como mínimo deberían tener algunas cosas claras, y haber desarrollado algunas habilidades básicas dentro de la magia. Para ser aún más claros, debemos comprender el mecanismo de la magia, debemos ser capaces de entrar en estados meditativos a voluntad, saber hacer uso de la palabra, la entonación, como también de la visualización. Sin esto, será complejo poder tener una experiencia fluida.

            Dentro de las preguntas que considero que son esenciales antes de estas prácticas, podemos preguntarnos: ¿por qué quiere realizar una invocación? a mi criterio, esto es una preguntas que siempre nos tenemos que hacer y tenemos que tener una respuesta clara, si no sé porque quiero invocar lo que vaya a invocar, es posible que el resultado sea por lo menos impredecible o que pueda salir mal lo que estemos por realizar. ¿Qué es lo que me va a aportar la invocación? es necesario saber los pros y las contras del ritual que vamos a hacer, esto nos va a evitar muchos problemas y dolores de cabeza. Uno tiene que comprender que una vez que uno invita a una fuerza a nuestras vidas, esta actuará y no es que muchas veces podamos tener control de lo que sucederá. Una de las mejores formas de abordar esto es consultar con algún sistema adivinatorio (tarot, I-Ching, runas, etc.) con esto tendremos un panorama de las tendencias, y nos permitirá actuar en consecuencia. ¿Lo que voy a invocar, se ajusta lo que pretendo conseguir? Parece absurdo, pero, supongamos que lo que buscamos es desarrollar un magnetismo romántico sobre alguien que nos gusta, pero en vez de invocar una energía acorde al romance, llamamos a un demonio/demonesa que tiene que ver con la lujuria…¿cuál será el resultado?, ¿de verdad vamos a lograr tener ese magnetismo romántico sobre la persona o solo seremos sexualmente agradables ante la mirada de esta? Como estas, hay una gran cantidad de preguntas que nos podemos hacer antes de intentar un ritual de invocación. Por lo que te aliento a que te las hagas todas antes de proceder con el ritual en sí, una vez que todas las dudas estén despejadas, recién ahí deberías ir hacia adelante.

            Una vez que nos hemos respondido a todas las preguntas, viene una segunda cuestión: ¿el ritual que voy a hacer es mío o es de otra persona? esto es muy importante, ya que lo que uno afirma dentro de la cámara ritual/templo personal, tiene un tremendo impacto, por lo que el lenguaje que empleamos tiene que ser metódicamente analizado. Muchas veces no nos es posible saber la motivación real detrás del ritual de alguien más, y sobre todo en los primeros pasos, las personas hacen sin considerar las consecuencias. Entonces, si vamos a usar las palabras rituales de otro, sin importar si el texto dice: «no cambiar nada», uno debe de hacer un exegesis del mismo. Cuando hacemos esto, analizamos si refleja o no la naturaleza de lo que queremos hacer, si no cumple con nuestros requisitos, cambiamos las palabras, bien sea una frase, bien sea todo el texto, al final de cuantas, nosotros queremos producir un cambio en nuestro «universo subjetivo», y allí nadie tiene autoridad más que nosotros mismo.

            El sendero de la mano izquierda, está lleno de rituales con fuerzas primordiales, muchas relacionadas con los principios del Caos Primigenio y la Disolución. Sin embargo, uno tiene que tener bien en claro porque va a llamar a estas fuerzas, no puede ser por el simple hecho de que esta a la moda ser «Anti-Cósmico», «Luciferista Gnóstico», «Misántropo Espiritual» o cualquier variable del tipo. Tampoco podemos invocar estas energías creyendo que vamos a luchas contra «el hombre de la bolsa» o más conocido como Demiurgo, ya que una vez que invitamos a estas fuerzas a nuestras vidas, no vamos a tener control alguno de lo que suceda, es decir que probablemente toda nuestra existencia se vaya de modos sistémico a una cloaca, y dos, que no vamos a poder hacer nada, solo debemos aceptar de modo equivocado, que esto fue una ordalía mágica que hay que superar para poder seguir adelante. Pongo este punto en reflexión, ya que quienes me conocen saben que pienso sobre estos conceptos, no creo que representen la esencia del Sendero del Mano Izquierda, y quienes lo promulgan por las redes e Youtube, no son más que niñatos sin la madurez y comprensión sobre el asunto, que solo toman superficialmente un concepto, lo expanden y creen estar enseñando algo. Para poder trabajar con las fuerzas del Caos y la Disolución, se requiere de mucho trabajo previo, de un avance real dentro de la iniciación, lo que deriva en madurez y luego, podemos estar aptos para este tipo de rituales, caso contrario, lo único que vas a obtener son grandes problemas en tu vida personal, lo que te va a llevar a una desbalance, tanto material, como psicológico, y que cuando preguntes que pasa, te van a contestar que es parte de una ordalía que debes superar, cosa que no es real.

            Veamos ahora para que puede servir los rituales de invocación. Primero la invocación tiene un amplio uso dentro de la magia, puede ser un ritual que se puede llevar a cabo de modo solitario como también de modo grupal, puede tener como finalidad el conocimiento, el entender la naturaleza y poder de una divinidad, puede ser usado dentro de la Magia Iniciática, de hecho es uno de los principios activos de esta, puede tener usos oraculares, como también se pueden aplicar en rituales de hechicería.

            Si partimos del principio que un ritual de invocación es el acto de llamar algo externo dentro de nuestra conciencia, a la hora de armar el marco ritual, habitualmente se comienza por la apertura de nuestro templo personal o cámara ritual,  el siguiente paso será la de entrar en un estado mental adecuado, luego se recita el llamado a la fuerza que queremos incorporar en nuestra conciencia, esto suele comenzar con la exaltación de esa fuerza, luego viene la invitación y finalmente la declaración del propósito. Algunas veces se utiliza el cáliz como un símbolo de intercambio de ambas esencias. El siguiente paso es la visualización de esa fuerza fundiéndose con nosotros, de ahí que se requiere una buena visualización. De aquí en más la experiencia suele ser interna, en donde tenemos visiones, imágenes, palabras, sensaciones. Todo depende del grado de sensibilidad y experiencia del mago. En los casos de los rituales colectivos, uno de los magos puede hacer las veces de canal o vasija, volviendo a esa persona una suerte de oráculo, pudiendo permitir la interacción entre los presentes y esa energía invocada. Este tipo de prácticas requiere no solo de experiencia, sino de una gran confianza y transparencia, ya que fácilmente se puede derivar en cualquier cosa menos en una experiencia genuina. En los casos de la magia iniciática, se trabaja con principios activos que uno llama para producir un cambio profundo en nuestra psique, lo que luego se puede ver reflejado en el mundo exterior. Este tipo de trabajos suele comenzar en el espacio ritual, pero sigue teniendo impacto en el tiempo y fuera de los marcos ceremoniales. Finalmente, es posible invocar a una fuerza que encarne tal o cual concepto para potenciar un  hechizo. Supongamos que queremos lanzar una maldición sobre un enemigo, podríamos invocar un dios/demonio/ente que encarne el principio de la entropía, asumir su esencia en nosotros, empodéranos y luego lanzar el hechizo, esto supondría potenciar lo que estemos haciendo.

            Como podemos ver, la invocación es un arte, que bien hecho puede tener una multitud de propósitos diversos, que nos puede conducir mucho más allá de los limites propios, pero que como todo en la magia, requiere estudio, entendimiento de lo que se está haciendo, una mente abierta pero un profunda racionalidad, si todos estos elementos están presentes, de seguro la experiencia será justo eso que queremos, y no algo descontrolado, fantasioso o carente de sentido.

Daemon Barzai

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