Modelos Mágicos

La magia, el ocultismo y cualquier práctica esotérica necesitan una base de explicaciones para entender por qué funcionan (o no). En la realidad en la que vivimos, estamos rodeados de muchas interpretaciones: algunas son más personales y otras están bastante aceptadas en la comunidad. Hoy quiero hablarles justamente de eso. Primero, quiero dejar claro que, en lo personal, soy una persona de mente abierta que cree firmemente que cada uno entiende la espiritualidad a su manera y que no hay una verdad absoluta. Lo que puede funcionar para mí, tal vez no funcione para vos, y está bien así. Al final, cada uno debe transitar su espiritualidad de forma individual y a su propio ritmo.

En líneas generales, hoy se aceptan cinco modelos mágicos: el espiritual, el psicológico, el energético, el de la información y el multi-modelo. Con algunos de estos modelos tengo más experiencia, y con otros, sinceramente, no tanto; así que de algunos hablaré con mayor profundidad y otros solo los mencionaré. De todas formas, los aliento a que investiguen por su cuenta. Mi experiencia personal está centrada en los modelos espiritual y psicológico, que son los que más se relacionan con mis prácticas. También he trabajado un poco con el modelo energético, pero no me considero un experto en ese campo.

Comencemos con algunas definiciones básicas de cada modelo:

Modelo espiritual: Este es el enfoque más antiguo para entender la magia. Se basa en la creencia de que, además de los seres humanos y los animales, existen otros seres conscientes que habitan diferentes realidades, tanto junto a nosotros como más allá de nuestro mundo visible. Acá hablamos de espíritus, muertos, ángeles, demonios, genios, y otros seres.

Modelo psicológico: Podríamos decir que es casi el opuesto del espiritual. En este modelo, todos estos seres y entidades son vistos como partes de la mente humana. Es un modelo centrado en la psique, en donde todo ocurre dentro de la mente. A través de símbolos y rituales, se busca acceder a aspectos profundos de la psique, viendo a las fuerzas espirituales como arquetipos en la mayoría de los casos.

Modelo energético: Este modelo no tiene una gran tradición en Occidente, salvo algunas excepciones como el mesmerismo o el sistema orgón, que tuvieron su momento pero no llegaron a mantenerse en el tiempo. La mayor parte de los conceptos energéticos provienen de Oriente, como el Kundalini, los Chakras, el Chi, el Feng Shui, etc. Con el tiempo, estas ideas se tomaron «prestadas» y se occidentalizaron, aunque muchas veces perdiendo parte de su base original.

Modelo de la información: Honestamente, tengo poco que decir sobre este modelo porque no me llamó demasiado la atención cuando leí sobre él, así que no lo profundicé. Pero si te interesa, te invito a investigar y ver de qué se trata.

Multi-modelo: Este es el modelo más aceptado entre muchos practicantes modernos, ya que permite una mezcla flexible de distintos enfoques, según la necesidad o el contexto. Para muchos, la magia no tiene una única fuente o explicación, por lo que pueden usar diferentes métodos de acuerdo a lo que requiera cada situación.

Ahora, quiero contarles cómo ha sido mi experiencia con estos modelos a lo largo de los años y cómo, con el tiempo, he ido encontrando un camino más definido. Naturalmente, siempre creí en el mundo espiritual; para mí, es tan real como cualquier otra cosa y pocas veces lo he cuestionado. Sin embargo, cuando empecé a adentrarme en el Sendero de la Mano Izquierda, especialmente en la Tradición Draconiana, algunas de mis creencias se sacudieron. Esta filosofía enfatiza un fuerte trabajo con el Yo: si tengo que centrarme en mí mismo, en encontrar mi poder interno y convertirme en mi propio dios, tiene poco sentido depender de fuerzas externas. Mi búsqueda se centra en la individualidad, no en la comunión. Aunque esta visión me ha resonado en parte, también he sentido que, al aislarme de lo espiritual, algo se pierde.

Aun así, debo reconocer que esta filosofía ha impactado profundamente en mi psique y mi forma de ser. Al explorar estas ideas modernas, inevitablemente se trabaja con la mente, con nuestras sombras y limitaciones. Este modelo psicológico no puede descartarse, porque en esta búsqueda de autoconocimiento también hay mucho de introspección y enfrentamiento con nuestra propia oscuridad.

Debido a la naturaleza ecléctica de la magia draconiana, este enfoque también toca otros modelos, como el energético, especialmente en prácticas adaptadas del Kundalini y los Chakras. En esta visión, el Dragón representa una fuerza primordial, dormida en lo profundo de nuestra psique pero también presente «afuera», en un universo primordial. Acá se ve cómo el multi-modelo encuentra coherencia en esta tradición moderna.

A pesar de todas estas visiones, noto que muchas veces la gente se enoja cuando otros siguen un modelo diferente al suyo. En la comunidad ocultista, las discusiones están siempre al orden del día. Yo, en lo personal, creo que cada quien debería seguir lo que le haga bien y le funcione, siempre y cuando lo haga con responsabilidad y conciencia de lo que está practicando. Para que esto sea posible, es necesario documentarse y estudiar, no se trata solo de leer un libro o repetir ideas sin más. No basta con decir que «todo es un arquetipo» o «hay que exaltar el Ego» o «hay que destruirlo», según de qué lado estemos. Para dominar un modelo, hay que informarse a fondo, especialmente si se quiere usar el multi-modelo.

Para quienes quieran entender el modelo psicológico, es casi obligatorio leer a Jung. No es fácil; su lectura es compleja y, por momentos, un poco densa. Además, hay que recordar que, desde esta perspectiva mágica, el trabajo psicológico no reemplaza a un médico, psicólogo o psiquiatra. Cada cosa en su lugar. Los modelos psicológicos en la magia buscan el crecimiento personal, el autoconocimiento, la autosugestión, y si se trabaja con magia oscura, entraríamos en el ámbito del «Trabajo de Sombras» y todo lo que eso conlleva.

En el modelo espiritual, en cambio, se entiende que el poder surge de los espíritus con los que trabajamos, formando alianzas y relaciones que buscan el beneficio mutuo. Existen otras corrientes, como la magia ceremonial y la magia de los grimorios, donde se busca someter a los espíritus mediante un poder superior. Esta última práctica no la comparto, ya que mi enfoque es animista y prefiero el respeto y la colaboración.

Sobre el modelo energético, aunque no soy un experto, he tenido algunas experiencias. Básicamente, se trata de percibir, canalizar y proyectar energías de distintas fuentes, incluso transformarlas. Estas energías pueden tener múltiples usos, tanto prácticos (como alterar ciertos aspectos de la realidad con un hechizo) como introspectivos (abrir puertas en nuestra mente). Aquí, este modelo a veces se combina con el psicológico.

Por mi parte, sigo el modelo espiritual/animista y estoy en paz con esta elección. Sin embargo, creo que cada modelo tiene sus puntos fuertes y sus limitaciones. No creo en una «verdad absoluta»; pienso que ciertas escuelas mágicas encajan mejor en determinados modelos, pero, en general, hay bastante flexibilidad. Si aún no te decidiste por un modelo, no es necesario que lo hagas enseguida, pero es importante conocer los orígenes, las implicancias y lo que podés obtener de cada uno. Esto te ayudará a entender dónde estás parado. Nadie puede definir esto por vos; es un ejercicio de introspección que cada uno debe hacer y, cuando lo logres, te aseguro que muchas dudas se aclararán.

¡Éxitos en tu viaje!

Daemon Barzai

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